GELATINAS DE ESCARAMUJOS

El escaramujo o rosa canina es el "falso fruto" del rosal silvestre. De color rojo anaranjado y sabor dulce y ácido a la vez, vibra y atrae nuestra mirada al pasear por cualquier camino durante el otoño, cuando las rosas ya han caído y nos han dejado su último regalo antes de entrar en hibernación.

Aunque este fruto es comestible, no es muy apreciado en la cocina porque tiene poca pulpa y mucha pepita y pelillos que lo hacen incómodo e incluso irritante si comes demasiados. De sus pepitas, que no son comestibles, se extrae el aceite de rosa mosqueta tan apreciado por sus propiedades cicatrizantes y antienvejecimiento en el mundo de la cosmética.

Los escaramujos tienen un altísimo contenido en vitamina C y otros compuestos vegetales como fenoles, flavonoides, ácido elágico y licopeno, junto con otros nutrientes clave como vitamina E e incluso ácidos grasos. Todos estos elementos le confieren sus propiedades anti-inflamatorias y estimulantes del sistema inmune, justo lo que necesitamos en otoño, y más en otoño del 2020...

La mejor época para cogerlos es mitad de otoño, que ya ha helado alguna vez, empiezan a estar tiernitos y son más fáciles de coger.

Los conocí en mi tiempo en Inglaterra y desde entonces los miraba con ganas pero sin atreverme porque no sabía bien qué hacer con ellos...en Londres lo encontrabas en jarabes y siropes para combatir catarros y gripes, pero eso suponía usar un montón de azúcar y no me convencía.

Este año decidí convertirlos en pequeñas gelatinas para que todos en casa podamos tomar una o dos al día. Sin azúcar y además con gelatina, que va muy bien para la piel, tejidos en general, intestino, huesos...en fin, una maravilla oiga! jejeje

Los ingredientes principales de esta receta son los escaramujos, a los que hay que quitar las hojitas secas de fuera (y que muchas veces con ellas sale también el pelillo y las semillas de dentro), manzana, gelatina y lima.

Os dejo las proporciones e instrucciones a continuación por si os animáis a probar estas bombitas de sabor y vitamina C.

INGREDIENTES

- 1 taza de escaramujos limpios y maduros

- 2 manzanas tabardillas (o reinetas, como las llaman por Madrid)

- 1 lima

- 1 taza de agua

- 1 sobre de gelatina

En una batidora o procesador de alimentos pasa los escaramujos con el agua. Te quedará como una crema grumosa. Pásala a una bolsita de tela (la misma que se utiliza para hacer leches vegetales, que la puedes comprar online muy fácilmente o en tiendas bio). Esto es necesario porque no queremos ni las pepitas ni los pelillos de los que os hablaba antes. Déjala en un bol para que se vaya colando mientras que con una licuadora conviertes las manzanas y la lima en zumo (si no tienes licuadora puedes usar una taza y media de zumo de manzana bio y el zumo de una lima). Añade este líquido a la bolsita de tela, ciérrala bien y ayúdate de las manos para sacar todo el líquido que puedas de dentro de la bolsa.

Una vez colado, deshazte de toda la pulpa que te haya quedado dentro de la bolsa y pon una taza del líquido a calentar (no queremos calentar todo para evitar que se pierda la vitamina C, que es sensible al calor). En el líquido que reserves sin calentar disuelve el sobre de gelatina removiendo bien. Cuando hierva la taza que estabas calentando añádela al líquido frío hasta que quede todo bien homogéneo. Viértelo a un molde de silicona (o a moldes pequeños como los que usé yo...aunque será más difícil de desmoldar). Déjalos reposar en la nevera un par de horas o durante la noche y disfrútalos en cualquier momento del día <3

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Feliz semana!!