CHAI LATTE
- BEAUTY FULL BELLY
- 12 nov 2017
- 2 Min. de lectura

A medida que los días se van acortando y que las temperaturas van bajando, cada vez hay más ocasiones en las que apetece un buen chai latte. Por la mañana, a media tarde o a última hora del día, disfrutando de un momento de reflexión a la vez que vigorizamos el cuerpo con esta mezcla de especias (en hindi “masala”) que estimulan la circulación y calientan el cuerpo…mm!
Si bien es una receta muy sencilla y rápida, requiere un poco de planificación para poder aprovechar sus aromas y beneficios al máximo. Lo bueno es que una vez lista podemos disfrutar de ella varios días seguidos simplemente volviéndola a calentar.
En esta versión utilizo leche de anacardos, que es mi favorita, y omito el té negro precisamente para poder tomarla a cualquier hora del día, pero si necesitas un poco más de fuerza en tu bebida puedes poner una bolsita de té negro en tu taza de chai caliente.

Antes de nada pon los anacardos a remojo en un bol aparte. En un cazo pon los 5 vasos de agua y las especias y hiérvelas durante 20 minutos a fuego bajo-medio y con tapa. Pasado ese tiempo, retíralo del fuego y déjalo reposar un par de horas o durante la noche. A la mañana siguiente cuela el agua y viértela en el vaso de la batidora. Añade los anacardos, descartando el agua del remojo y pásalo bien. Cuela la mezcla con una bolsita de tela para retirar la pulpa de los anacardos. El resultado será una leche de anacardos muy aromática y especiada. Vuelve a verterla en el vaso de la batidora y añade los dátiles. Bátelos muy bien hasta que desaparezcan por completo y quede sólo el dulzor. Pon a calentar una taza de la mezcla y guarda el resto en una botella o recipiente en la nevera (aguanta 2 ó 3 días). Sírvela con una pizca de canela en polvo y un poco de nuez moscada y saboréala lentamente.
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